
De la kora tradicional a la Jazzy-Kora
La única kora de pedal cromática del mundo: un puente entre la herencia y la exploración musical.
KORA
Jérôme De Cuyper
9/7/20251 min leer
El nacimiento de JazzyKora
Las primeras veces que escuché la kora tradicional fueron a través de la interpretación de Toumani Diabaté y Mamadou Diabaté. Sentí que entraba en un mundo a la vez antiguo, moderno y casi trascendental, un universo sonoro que te atrapa y abre tu imaginación.
Con su gran calabaza cubierta con una piel tensa y sus 21 cuerdas, la kora me parecía un instrumento casi inaccesible. Sin embargo, el deseo de probar y luego construir finalmente me dominó. Así, tras crear una primera kora de 32 cuerdas y desarrollar un estilo de interpretación más único, conservando el espíritu de la kora, quise, como otros luthiers antes que yo, ir más allá: crear una auténtica kora cromática, y no una simplemente equipada con palancas de semitono.
Única en el mundo, la Jazzy-Kora se distingue por su cuerpo y tapa armónica de madera, perforada con agujeros de sonido como un violonchelo o un contrabajo. Con sus 32 cuerdas y dos pedales, el instrumento abre nuevos horizontes: cromatismo, pero también efectos similares a los bends de guitarra, que amplían aún más la gama de posibles expresiones. Los pedales se convierten así en una verdadera extensión de la interpretación, conectando manos y pies en un mismo gesto musical.
El Jazzy-Kora no está aquí para reemplazar a su predecesora, sino para prolongar su historia: un puente entre la memoria y la invención, entre África y Occidente, entre la tradición viva y la exploración sonora. Nació de un sueño que parecía irrealizable, que se hizo realidad en mis manos... ¡y en mis pies! Una realidad que, espero, seguirá vibrando y evolucionando durante mucho tiempo.


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